“y sin colegio, ¿qué vamos a hacer con ellos?”
Llega esta época del año y en todos los hogares nos planteamos esta cuestión. ¿Qué hacemos más de dos meses con los niños si nosotros tenemos menos vacaciones? Algunas familias optan por recurrir a los abuelos, otras turnan sus vacaciones para poder atenderles, campamentos, academias, clases particulares o que esperen en casa a que regresemos del trabajo son algunas de las opciones habituales.
Suelen surgirnos, en el momento de organizar el verano de nuestras hijas e hijos, cantidad de dudas: su edad, los resultados escolares, sus gustos e intereses y nuestra disponibilidad horaria y económica son sólo algunos de los factores que condicionan la decisión.
Hay varios aspectos que debemos intentar compatibilizar: tiempo libre con obligaciones, descanso con repaso escolar, ocio con sus amigos y además actividades en familia, más libertad de horarios sin excedernos… No siempre sabemos cuál es la fórmula apropiada y, obviamente, tampoco existe una única, pero podemos seguir algunas pautas.
La norma fundamental es organizarles. Es decir, no se trata de que el tiempo de vacaciones vaya pasando sin sacarle provecho, las vacaciones tienen un valor educativo incuestionable y debemos programar las actividades y horarios de nuestros hijos e hijas. Que estén de vacaciones no quiere decir que estén sin hacer nada.
Debemos implicarnos desde el primer momento en sus vacaciones. Empezando por la planificación de su rutina diaria. En ella habremos de conjugar el ocio y el trabajo intelectual.
Es fundamental dar continuidad al trabajo realizado en el entorno educativo y utilizar el tiempo de vacaciones para asentar los conceptos aprendidos y los hábitos adquiridos durante el año escolar. Aunque el niño haya aprobado el curso sin dificultad, es importante que no pierda el hábito de estudio. Para ello vamos a dedicar un rato cada día (acorde a la edad de nuestra hija o hijo) a una actividad intelectual que podremos ir variando: cuadernillo de vacaciones, lectura, matemáticas, visita educativa…
De igual manera será importante que colaboren en el entorno del hogar. Establecer las tareas en las que pueden participar y plantearlas de la manera adecuada, ocupará de forma positiva una parte de su día a la vez que hará que sigan asumiendo obligaciones y responsabilidades.
También debemos planear sus actividades de ocio. Es fundamental que el verano sea una época de descanso para los niños y el momento en que probar actividades diferentes. Sería un error hacerles llevar el mismo ritmo que durante el curso escolar, ellos como nosotros también necesitan “desconectar de sus obligaciones”.
Las actividades de ocio deben elegirse en función de los intereses de nuestras hijas e hijos y conjugando tanto el tiempo con sus amigos como el tiempo en familia.
Será frecuente que nos pidan ir de campamentos. Esta es una opción con ventajas importantes: incrementa la socialización y aumenta la autonomía de nuestros hijos e hijas, a la vez que les hace partícipes de una serie de actividades que no realizan en el hogar. Sin embargo debemos plantearnos las alternativas que existen y cuál es la más adecuada en función de la edad de nuestro hijo o hija y de los objetivos que queremos alcanzar con esa actividad: ejercicio físico, aprendizaje de idiomas, de actividades deportivas…
Seguramente uno de los aspectos más importantes de las vacaciones, es la oportunidad de disfrutar de tiempo libre en familia. A lo largo del año, las obligaciones y normas marcan la relación con nuestros hijos; en escasas ocasiones interaccionamos con ellos en un entorno de ocio y con un estado de ánimo tan relajado como en la época de vacaciones.
El hecho de compartir nuestro tiempo, nuestras aficiones y de estar realizando actividades variadas y divertidas, hará que nos sintamos más cercanos y que podamos abordar aspectos y temas diferentes con nuestras hijas e hijos. De ahí que, en la medida de lo posible, sea importante hacer coincidir las vacaciones de todos los miembros de la familia durante algunos días para disfrutar de esos momentos de ocio con nuestros hijos e hijas.