¿CÓMO AYUDAR A MI
HIJO A ESTUDIAR?
Hay
dos frases que todo padre o madre pronuncia
alguna vez a lo largo de la vida académica de
sus hijos: “no quiero que esto acabe en fracaso
escolar” y “no trabaja de manera autónoma”. Sin
embargo, se nos olvida concretar qué es eso del
fracaso escolar. ¿Un aprobado justo tiene el
mismo valor en todos los niños o incluso en
todas las asignaturas o incluso con todos los
maestros o profesores?... Queremos que nuestros
hijos estudien de manera autónoma lo antes
posible pero ¿hemos dedicado tiempo a enseñarles
cómo se estudia?.
Vamos a ver algunas nociones a tener en cuenta
cuando se habla de hábitos y técnicas de
estudio.
Se puede decir que existen cuatro tipos de
factores que afectan al éxito académico. Está
claro que la manera en que los padres pueden
influir en cada uno de estos aspectos es
diferente.
FACTORES
INTERNOS
Son los que dependen sólo de uno mismo. Algunos
son relativamente estables: la capacidad
intelectual o las habilidades en áreas
concretas. Sin embargo otros de estos factores
se pueden modificar sustancialmente: nivel de
atención, grado de motivación, autoconcepto…
En este sentido debemos estar atentos para
detectar las posibles dificultades que pueden
surgir en la trayectoria escolar de nuestros
hijos, así podremos reforzar y estimular lo
antes posible los aspectos que necesite:
incrementar su nivel de atención a través de
ejercicios o “juegos”, proporcionarle pautas
para facilitar la memorización, aportar
alicientes que aumenten su interés por el
estudio…
Es también fundamental que confiemos en sus
posibilidades y le trasmitamos la creencia de
que puede con todo lo que se proponga. En este
sentido, es conveniente estar atento a ese
“lenguaje negativo” que en ocasiones los
estudiantes se dirigen a sí mismos: “no puedo
con este tema”, “voy a suspender”, “esto es
imposible”, “soy tonto”… no hacen sino minar la
confianza que tienen en ellos mismos.
FACTORES
AMBIENTALES
Son aquellos que se refieren al lugar de estudio
y a sus características. Es conveniente tener en
cuenta:
- Debemos proporcionarles un lugar de estudio
tranquilo y silencioso.
- Debe estar ordenado y con los materiales de
estudio a mano.
- Tiene que tener buena iluminación, prefiriendo
la luz natural y disponiendo la artificial de
manera que no haya un claro contraste
luz-oscuridad y que entre por el lado opuesto a
la mano con la que escriban. Por la izquierda si
son diestros, por la derecha si son zurdos.
- Debemos ventilar unos minutos tras cada hora u
hora y media de estudio.
- La mesa y la silla deben estar situadas de
forma que la posición de su espalda sea
adecuada: recta y apoyada.
HÁBITOS DE ESTUDIO
Se
refiere a las conductas que se llevan a cabo en
todas las fases del estudio: en las clases y en
el trabajo en casa. Una conducta que se repite,
se
establece como hábito y en ese momento,
realizarla nos supone un esfuerzo menor. Ese
tiene que ser el objetivo: establecer conductas
de forma permanente.
EN CLASE: Hay que, por supuesto, estar atento a
las explicaciones del profesor y no llevarse
ninguna duda a casa. Si nuestro hijo se distrae
con facilidad, podemos recomendarle tomar
apuntes, eso le obligará a concentrarse en la
explicación.
EN CASA: Es conveniente que estudien siempre en
el mismo lugar y que tengan su horario de
estudio. Decimos “su” porque es importante que
así lo sientan, no como algo impuesto sino como
una obligación que ellos asumen. Al elaborarlo,
tenemos que dejar sitio a las actividades
extraescolares con las que se hayan
comprometido.
TÉCNICAS DE ESTUDIO
Se refiere a las estrategias que usamos a la
hora de estudiar. Cómo leemos, el subrayado, el
esquema, las estrategias de memorización… La
norma fundamental es que las técnicas “activas”
son las que mejor asientan los aprendizajes: “lo
que se hace, se aprende mejor que lo que se oye
y lo que se ve, mejor que lo que se escucha”.
Existe un Método llamado ELSER3 que nos puede
ayudar para enseñar estas técnicas a nuestros
hijos. Cada letra indica una fase del proceso de
Aprendizaje, consiste en:
- EXPLORACIÓN. Es importante hacer una primera
lectura rápida del texto para captar la
estructura y las ideas fundamentales.
- LECTURA. La siguiente fase es una Lectura en
profundidad, Comprensiva. En ella han de
comprender cada una de las palabras e ideas del
texto.
- SUBRAYAR. Resaltaremos aquellas palabras
fundamentales, no es recomendable que sean
frases completas, el subrayado pierde así su
valor visual.
- ESQUEMATIZAR. Aquí comienza la elaboración del
material que hay que aprender. Tiene que ser
escueto y permitir, en un golpe de vista captar
la estructura del material y las ideas
relevantes del mismo.
- RESUMIR. Con sus propias palabras, el niño
tiene que expresar lo que ha leído. No consiste
en copiar, hay que evitar que sólo trascriban el
contenido porque es una tarea mecánica que no
les obliga a elaborar la información.
- RETENER. Se puede memorizar por repetición
pero lo que realmente asienta la información en
la memoria a largo plazo es, de nuevo, la
elaboración. De ahí la importancia de
proporcionarles trucos o “normas mnemotécnicas”.
Con ellas aprenden a organizar la información de
manera que facilite su retención en la memoria.
Ejemplo: “LaCa De Mamá” para aprender los
números romanos y su valor de menor (L) a mayor
(M).
- REPASAR. Para evitar el olvido, es fundamental
ir haciendo repasos de manera periódica para lo
cual, obviamente hay que tener una planificación
del estudio. A los dos días del primer estudio,
hay que hacer un repaso; pasados 4 días, otro; a
la semana, otro… y así hasta el momento del
examen. Veremos que a cada repaso, recuerdan más
detalles de lo estudiado y con mayor fluidez.