Más
de 400 personas participaron en un acto de la campaña
“Por una sociedad laica: la religión fuera de la
escuela”, el 18 de febrero en el Ateneo de Madrid. En un
ambiente reivindicativo y festivo, intervinieron las
escritoras Almudena Grandes y Rosa Regás, Maite Pina,
presidenta de CEAPA, el actor Enrique Simón, el filósofo y
presidente honorario de Europa Laica, Gonzalo Puente Ojea, y
los representantes de algunas de las cuarenta organizaciones
que impulsan esta campaña, entre quienes estaba Gaspar
Llamazares, coordinador general de IU.
Maite
Pina, presidenta de CEAPA, informó que cada una de las
organizaciones que firman el manifiesto lleva años
planteando acciones a favor de la laicidad en sus ámbitos
de actuación, pero en estos momentos han unificado sus
energías para llegar, con el mismo mensaje, al mayor número
posible de ciudadanos y ciudadanas. Manifestó también que
la educación y su gestión “pertenecen claramente al ámbito
de lo público” y la escuela, sobre todo la escuela pública,
“debe ser un espacio de encuentro de todos y todas por
encima de las creencias que las personas tengan o, incluso,
no tengan”.
La
escritora Almudena Grandes, que leyó el discurso inicial y
fue muy aplaudida, afirmó que yendo contra la LOCE
“estamos haciendo mucho más que ir contra una ley o
contra la Conferencia Episcopal: estamos defendiendo la
civilización”. “No tenemos poder, pero tenemos la razón.
Porque tenemos la razón no queremos volver a la caverna”,
apuntó. Así mismo, afirmó que “estoy determinada a
ejercer la desobediencia civil, en mi nombre, en el de mis
hijos y en el de aquella niña que recibió una educación
que no se merecía”, en referencia a la educación que
recibió ella misma en su infancia.
El
coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, mostró el
divorcio existente entre una sociedad cada vez más laica y
“la moral institucional que intenta ser más
confesional”. Criticó la “religiosidad encubierta”
con la que actúa el gobierno y que es más evidente en la
escuela. Por ello, abogó por recuperar la escuela laica y
denunciar los acuerdos con la Santa Sede tras las elecciones
del 14 de marzo.
Gonzalo
Puente Ojea, presidente honorario de Europa Laica, pidió
por que la Iglesia Católica esté sujeta a la ley de
asociaciones, porque “es una asociación privada de
creyentes”, mostrándose contrario a que sea “el alter
ego del Estado”. Defendió la separación estricta entre
el Estado y las iglesias.
José
Antonio Pérez, en nombre de los sindicatos de profesores
que apoyan esta campaña, afirmó que apenas existen
diferencias de contenido entre la opción confesional y la
no confesional. Sostuvo que están estudiando la posibilidad
de ejercer la objeción de conciencia contra esta
asignatura.
Miriam
Municio, en representación del Sindicato de Estudiantes,
denunció que “se quiera hacer negocio de un derecho
fundamental como es la educación, como hace la patronal de
la enseñanza privada con el apoyo del Gobierno del PP”.
Anunció movilizaciones estudiantiles el 4 de marzo, en el
que como punto fundamental de la convocatoria está la
protesta contra la obligatoriedad de la enseñanza de la
religión.
Rosa
Regás, que leyó el manifiesto y cerró el acto, manifestó
que el Gobierno quiere sustituir valores universales de los
derechos humanos como libertad, justicia e igualdad, por los
más particulares de religión, moral y patria.
Éste
fue un acto previo a un conjunto de asambleas y reuniones
informativas en centros escolares de todo el Estado que se
desarrollarán a partir de la primera semana de marzo, y en
las que se informará de la campaña y se organizarán
acciones de protesta contra la nueva normativa que regula la
enseñanza de la religión y su alternativa, que puede
entrar en vigor el próximo mes de septiembre.
18
de febrero de 2004
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