Para
septiembre del 2006, cuando empiece el próximo curso
escolar, la Conselleria d'Educació de la Generalitat
Catalana proyecta que los alumnos de las escuelas públicas
de primaria catalanas amplíen su horario de cinco a seis
horas diarias, equiparándolo así al de las escuelas
privadas. Los presupuestos de la Generalitat ya incluyen las
partidas para contratar a los 2.000 maestros necesarios para
ampliar el horario sin modificar la jornada laboral, y para
empezar a financiar esa sexta hora en las concertadas. Si se
firma el pacto escolar que recoge esta medida, a la que
algunos sindicatos se resisten, se aplicará de forma
general. En caso contrario, se ensayará sólo en algunos
centros.
Los
alumnos de la escuela pública tienen hoy 176 horas lectivas
menos al año. La diferencia con la concertada suma
1.056 horas a lo largo de los seis años de la primaria, lo
que equivale a más de un curso. Es un desequilibrio
injusto. No hay consenso sobre que, entre los 6 y
los 12 años, una hora más de clase vaya a comportar un
mayor rendimiento escolar. Pero dedicar este incremento
horario a actividades complementarias y de refuerzo, que de
esta forma pasarían a ser gratuitas y accesibles a todos,
sería, en cualquier caso, un avance en la equidad del
sistema educativo.
La
escuela pública tendrá cada mes 20 horas más de clase
• La
ampliación horaria se aplicará en septiembre en los 1.600
centros de primaria de Catalunya
• La
medida conllevará que el erario comience a financiar la
sexta hora diaria en la concertada
Cuando
dentro de 10 meses, el martes 12 de septiembre del 2006, se
inicie el curso en las más de 1.600 escuelas públicas
catalanas de enseñanza primaria, sus más de 240.000
alumnos de entre 6 y 12 años, o al menos parte de ellos,
tendrán una jornada más extensa. La Conselleria
d'Educació ha decidido que el alumnado permanezca seis
horas diarias en el aula, 60 minutos más que ahora, lo que
equiparará su situación a la de los usuarios de la escuela
privada concertada. Los niños recibirán entonces 20 horas
más de clase al mes.
Pese
al recelo de un sector del profesorado, alimentado en parte
por dos de las principales organizaciones sindicales del
sector, USTEC y UGT, la decisión, que aún no ha sido
oficializada, tiene una difícil marcha atrás. El proyecto
de presupuestos de la Generalitat para el 2006 ya ha
incluido una partida para contratar a los aproximadamente
2.000 docentes que se precisan para evitar que la puesta en
marcha de la iniciativa lleve aparejada una ampliación de
la jornada de los maestros. Y la presión social, que
procede de las filas de las familias, acecha.
DECISIÓN
UNILATERAL
Educació
ha vinculado la aprobación de la medida a la firma, por
parte de los principales actores de la comunidad educativa
catalana, del denominado Pacte Nacional de l'Educació,
embrión a su vez de la futura ley catalana de educación.
La
firma del pacto no debería demorarse más allá del mes de
febrero para que la extensión de la jornada pudiera entrar
en vigor en septiembre. Pero la consellera de
Educació, Marta Cid, aseguró el pasado viernes a este
diario que si no hay pacto el Govern "se reserva el
adoptar la actuación que crea conveniente". Y
añadió: "El salto cualitativo en la plantilla 6.000
docentes nuevos en el 2006 no es porque sí".
Esa
afirmación se traduce, según el testimonio que los
colaboradores de la consellera han transmitido a los
directores de los centros en diferentes reuniones mantenidas
en las últimas semanas, en que la extensión de la jornada
se llevaría a cabo en una parte de los centros, a modo de
avanzadilla voluntaria, hasta que la medida se generalizase
en un periodo máximo de tres años.
Cid
explicó que, para completar el compromiso que sobre esta
cuestión figura en el proyecto de pacto por la educación,
en septiembre "habrá que comenzar a financiar la sexta
hora en algunos centros concertados", una práctica que
se haría extensible a toda la red privada a lo largo de un
quinquenio. Esa sexta hora, que se oferta en la gran
mayoría de colegios concertados, es ahora financiada por
las familias. Enric Puig, secretario general de la mayor
patronal concertada, la Fundació Escola Cristiana,
confirmó que ya había recibido "un ofrecimiento"
de la consellera en ese sentido.
La
titular del departamento de Educació afirma que se trata de
introducir "una mejora cualitativa" en la red
pública, que es la que "soporta un alto porcentaje de
la diversidad del alumnado". Y adelanta que la hora
adicional no conllevará un incremento de la materia
curricular, de los contenidos que se enseñan, sino que cada
centro podrá destinarla a reforzar aquellos aprendizajes
que considere necesarios.
MODELOS
ORGANIZATIVOS
Preguntada
por las reticencias del profesorado, dice que, una vez que
les ha explicado que la iniciativa va acompañada del
refuerzo necesario de la plantilla y que no hay un
incremento de la carga lectiva, no ha visto que la medida
levante oposición. Admite, no obstante, que todavía resta
presentarles una serie de modelos organizativos, basados en
la experiencia de unas pocas escuelas públicas que ya
disponen de esa sexta ahora, para acabar de disipar los
temores que conlleva la mudanza.
Respecto
de los sindicatos que se han manifestado abiertamente
contrarios, Cid manifestó que se le hace difícil
"entender su actitud". "Yo creo que los
sindicatos están para generar puestos de trabajo",
agregó.
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La
ampliación de la jornada lectiva del alumnado de primaria
de las escuelas públicas catalanas, de cinco a seis horas
diarias, se aplicará a partir del próximo 12 de
septiembre en 1.072 de los 1.599 centros existentes, 174 más
de los que, de acuerdo con la normativa, estaban obligados a
ello.
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