Los padres y madres aragoneses, consideramos de vital importancia para nuestros hijos que un recurso económico tan importante como el agua, que constituye la principal fuente de riqueza de Aragón, pueda ser empleado para mejorar la calidad de vida de los aragoneses, potenciando proyectos de desarrollo agrícola, industrial, medioambiental o de turismo que permitan no sólo el asentamiento de la población en una tierra despoblada como ésta, sino que nos permitan ampliar nuestros horizontes y soñar con un Aragón desarrollado y vivo.

            Los padres y madres de Aragón, no renunciamos a que nuestros hijos conformen la primera gran generación de ciudadanos aragoneses que puedan desarrollar su proyecto de vida, su profesión y sus ambiciones en la tierra que les vio nacer, ayudando a construir una tierra más rica, más solidaria y, sobre todo, con futuro.

            Por estas ambiciones y estos sueños a los que los padres y madres aragoneses aspiramos para nuestros hijos, rechazamos de plano un proyecto como el del Trasvase del Ebro, que constituye el máximo ejercicio de insolidaridad interterritorial posible; que hipoteca y cierra las posibilidades de desarrollo de toda una Comunidad Autónoma y supone, ni más ni menos que la expropiación gratuita de nuestro principal recurso de futuro.